Cristian Fernando Gutiérrez Ochoa, un alto miembro del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y yerno del líder de esta organización, Nemesio Oseguera Cervantes, conocido como «El Mencho», fue arrestado en Riverside, California, por autoridades de Estados Unidos.
Gutiérrez Ochoa, quien se encontraba en la clandestinidad tras fingir su muerte, está vinculado a actividades de tráfico de drogas a gran escala y lavado de dinero, dos de los crímenes más graves que enfrentan las autoridades norteamericanas en su lucha contra el narcotráfico.
El Departamento de Justicia de EE. UU. ha señalado que Gutiérrez Ochoa fue una pieza clave en el tráfico de metanfetamina y cocaína, sustancias que fueron introducidas en el país desde México y distribuidas a lo largo de diferentes estados.
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La cantidad de drogas que se le atribuye —más de 40 mil kilos de metanfetamina y 2 mil kilos de cocaína— ha tenido un impacto devastador en la sociedad estadounidense, contribuyendo a lo que las autoridades describen como una “crisis mortal de drogas”.
Según las investigaciones, Gutiérrez Ochoa no solo lideraba las operaciones de tráfico, sino que también estaba involucrado en delitos violentos, incluyendo el secuestro de dos miembros de la Secretaría de Marina de México en 2021. Este acto de violencia fue parte de un intento para liberar a la esposa de «El Mencho», quien había sido detenida en territorio mexicano.
Uno de los aspectos más sorprendentes del caso es que, para evadir la justicia, Gutiérrez Ochoa había simulado su muerte, estableciéndose en California bajo una identidad falsa y viviendo una vida de lujo. Se presume que el líder del CJNG fue quien facilitó esta maniobra para proteger a su yerno, quien se instaló en los EE. UU. con su hija.
De ser encontrado culpable de los cargos que enfrenta, Gutiérrez Ochoa podría recibir una condena de hasta diez años de prisión por conspiración para distribuir drogas, con una posible pena de cadena perpetua.
Además, también enfrenta cargos por conspiración para lavar dinero, con penas que podrían superar los 20 años de cárcel. Este arresto representa un golpe significativo para el Cártel Jalisco Nueva Generación, uno de los grupos criminales más poderosos y violentos del mundo.