“El Chapo Guzmán” está quedando ciego, se ve más flaco y apagado.- El pasado 19 de julio, el narcotraficante Joaquín Guzmán Loera, fue trasladado a la cárcel de “Alcatraz de las Rocosas”, en Colorado, Estados Unidos, la correccional más segura del país.
“El Chapo Guzmán” está quedando ciego, se ve más flaco y apagado.
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La salud del Chapo se está deteriorando
Durante su estancia en esta correccional, “El Chapo” ha cambiado mucho físicamente; así lo dio a conocer una de sus abogadas que aseguró haber visitado a su cliente hace unas semanas.
En entrevista para Univisión Noticias, Mariel Colón, relató cómo ha cambiado su cliente en el tiempo que ha estado dentro del penal de máxima seguridad.
La rutina diaria de Guzmán Loera consiste en pasar 23 horas en su celda de 2.1 por 3.6 metros con una pequeña ventana, un escritorio y un banco de concreto, un inodoro combinado con lavabo y ducha.
Después sale una hora al aire libre, pero encerrado en una jaula, donde lo único que puede ver, aparte de la cárcel, es el cielo.
La condiciones en las que vive quien fuera en narcotraficante más buscado del mundo, le han provocado que se vea mucho más flaco y hasta “apagado”.
“Se pasa todo el tiempo en aislamiento, nadie habla español, los guardias no hablan español así que se le dificultan muchas cosas”, explicó.
Colón narró que en una ocasión el capo pidió que le hicieran un corte de cabello en la peluquería del penal, pero, como no lo entendieron y él dijo “cut” le raparon la cabeza.
“El Chapo” intentó pedir unos lentes para leer, pero por más que lo intentó, tampoco le entendieron.
“En un mes y medio empeoró bastante su vista, no es que esté ciego, pero ve borroso. No puede leer. Necesita lentes (…) No había podido atenderse porque no habla inglés y no pudo pedir un oculista hasta que yo fui”, comentó.
ADX la cárcel de máxima seguridad donde está El Chapo
Guzmán Loera ha perdido varios privilegios con los que contaba cuando se encontraba en “The Little Gitmo” en Nueva York; ya no puede recibir visitas legares todos los días. Solamente puede ver a sus abogados cinco veces por mes y hasta ahora no ha visto a sus hijas, quienes fueron las únicas autorizadas para verlo.
Puede realizar una llamada el mes de máximo 15 minutos, el pasado mes de agosto utilizó la llamada para comunicarse con su mamá María Consuelo Loera Pérez y su hermana Bernarda.
Es vigilado las 24 horas por una cámara que fue instalada en el techo de su celda, recibe su comida por una pequeña rendija y solamente toma agua del grifo.
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Sus abogados están trabajando en una demanda para que se le asignen a su cliente guardias que hablen español y un traslado a una sección dela prisión en la que tenga menos restricciones.
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Fuente: Vanguardia/ MSN
