Un naufragio en las aguas de la Bahía Mansa, en el sur de Chile, dejó al menos siete víctimas mortales, entre ellas cinco mujeres y dos hombres. La embarcación, que transportaba a más de 30 personas, excedía su capacidad y carecía de los implementos de seguridad necesarios.
La fiscal de Osorno, María Angélica de Miguel señaló que «La carga excesiva de pasajeros —la lancha tenía capacidad para 25 personas— y la falta de equipos de seguridad son las principales causas que se barajan para explicar la tragedia ocurrida el domingo por la tarde, en medio de una intensa lluvia».
Por lo cual la Policía de Investigaciones (PDI) detuvo al capitán de la lancha, Rodrigo Pailapichún, quien enfrentará una formalización por cuasidelito de homicidio.
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El incidente ocurrió durante un traslado turístico de una familia de 21 miembros que contrató los servicios de la lancha Río Cholguaco, capitaneda por Pailapichún, un hombre de 34 años.
El recorrido de dos horas y media debía llevar a los pasajeros desde Caleta Cóndor hasta Bahía Mansa, en la región de Los Lagos, donde se celebraban fiestas costumbristas.
Sin embargo, durante el trayecto, el capitán permitió que más personas se subieran, incluso algunos se subieron al techo y viajaron de pie, como relataron sobrevivientes. «Ahí es cuando se empieza a llenar de gente la embarcación y, luego, comienza el oleaje, se empieza a llenar de agua y se hunde», narró la fiscal De Miguel.
El naufragio ocurrió cerca de las 19:20 horas, cuando la lancha impactó contra unos roqueríos en el sector de Punta Tiburones, a unos cinco kilómetros del puerto de destino.
De los 34 ocupantes, 27 sobrevivieron, entre ellos ocho menores de edad. En la madrugada del lunes, equipos de rescate de la Armada, lanchas privadas y pescadores iniciaron la búsqueda. En la mañana, los rescatistas hallaron los cuerpos de dos mujeres dentro de la cabina, a 34 metros de profundidad.
Además de la sobrecarga y la falta de seguridad, De Miguel detalló que el capitán incumplió otro protocolo esencial: «Siempre tiene que ir un ayudante con licencia para manejar la lancha en cualquier emergencia, como ocurrió en este caso. Sin embargo, iba acompañado solo por su hija de 16 años», indicó la fiscal.
La Delegación Presidencial de Los Lagos informó que la embarcación no formaba parte de un servicio oficial de transporte, sino que se trataba de una operación privada que contaba con un permiso hasta el 31 de enero.