En un caso excepcional de investigación periodística, el reportero de la revista Proceso, José Gil Olmos, tuvo acceso a la primera declaración firmada en España por Emilio Lozoya.
Dicha declaración del exdirector de Pemex, Emilio Lozoya Austin, en el caso de la corruptela con Odebrecht -a la que accedió Proceso– menciona a personajes como Felipe Calderón, Enrique Peña Nieto y Luis Videgaray Caso, quienes presuntamente realizaron negociaciones y autorizaron contratos con la empresa brasileña.
Sin embargo, surge un cuarto implicado en la trama de desvíos, sobornos y corruptelas en el gobierno de Enrique Peña Nieto, éste sería Idelfonso Guajardo, exsecretario de Economía.
Según los datos consultados, Lozoya Austin señala que en los compromisos sostenidos con Odebrecht durante la campaña presidencial de Peña Nieto de 2012 y durante su gobierno, Videgaray estuvo enterado, e incluso los aprobó; primero como coordinador de campaña y luego como integrante del gabinete.
Autoridades mexicanas consultadas comentan que tienen pruebas suficientes para sostener el caso contra Lozoya, a quien se le imputan los delitos de asociación delictuosa, operaciones con recursos de procedencia ilícita y cohecho. También, aseguran, tienen ubicado a Videgaray, presumiblemente en Nueva York.
Lozoya llegó a la Ciudad de México la madrugada del viernes 17 de julio, luego de una negociación con la Fiscalía General de la República (FGR) basada en la figura de “criterio de oportunidad”, y de inmediato fue trasladado a un hospital por presentar un cuadro de anemia y problemas en el esófago, tras cinco meses de cárcel en España.
En las instalaciones hospitalarias, según autoridades gubernamentales, el extitular de Pemex comenzó a hablar y, con base en esas testimoniales, se llamará a los testigos e involucrados en el caso de corrupción con la constructora brasileña.
Tanto en su primera declaración en España como la del viernes 17 en México confirman los vínculos de Peña Neto con la empresa de Marcelo Odebrecht, que se vienen difundiendo en los medios mexicanos desde hace tres años.
En 2017, por ejemplo, la reportera Jesusa Cervantes escribió sobre los 11 contratos que Pemex firmó entre 2009 y 2012 con la trasnacional brasileña durante la administración de Calderón por 10.5 millones de dólares, los cuales generaron pérdidas millonarias al país (Proceso 2010).
Cuando se difundieron esas negociaciones, Pemex sólo dio a conocer cuatro contratos, pero la reportera consiguió los siete restantes.
“El único contrato de 2010 dado a conocer por Pemex fue el que firmó Pemex Gas y Petroquímica Básica con Braskem (filial de Odebrecht) y Grupo Idesa para el suministro de gas etano.
“Ese contrato es considerado la verdadera joya de Marcelo Odebrecht. Es el relativo a la venta a la empresa Etileno XXI de 66 mil barriles de gas etano por día. Para llevarlo a cabo, la firma brasileña se comprometió a construir Etileno XXI con una inversión inicial de 2 mil millones de dólares; al final, el costo de la obra sobrepasó los 5 mil millones”, señaló la reportera.
En otra entrega (Proceso 2140), Jesusa Cervantes destacó que desde 2008, cuando Marcelo Odebrecht estuvo en Los Pinos con Calderón, iniciaron las negociaciones que se concretaron el 19 de febrero de 2010 para venderle etano a la filial Braskem –cuando Calderón aún era presidente– y los de mantenimiento en las refinerías de Tula (2013), Salamanca (2014) y Tula II (2015).
Lozoya embarra a Videgaray y Guajardo
En su declaratoria hecha en España a la que Proceso tuvo acceso parcial, Lozoya mencionó a miembros de varios partidos involucrados en la distribución de los dineros que la empresa de Marcelo Odebrecht dio a Peña Nieto para su campaña a cambio de favores en los contratos realizados en su administración.
El declarante también dijo que en 2012 Peña Nieto tuvo una cena en Brasil con el empresario de ese país, quien se comprometió a aportar 4 millones de dólares a la campaña presidencial de Peña Nieto a cambio de beneficiarse con diversos contratos, en particular en la rama petroquímica.
En ese encuentro estuvieron Lozoya, Videgaray e Idelfonso Guajardo, secretario de Economía en la administración de Peña Nieto.
Ese mismo año, en noviembre, Peña Nieto y Odebrecht se volvieron a reunir, esta vez en Querétaro. Al final, uno de los operadores de la petrolera brasileña, Luis Alberto de Meneses, depositó cerca de un millón de dólares en tres tandas en una cuenta de un banco en el paraíso fiscal de Liechtenstein, presuntamente a nombre de Lozoya.
En su libro Gigante de lodo. Odebrecht y su historia de corrupción en México, Raúl Olmos apunta que De Meneses declaró ante la justicia de Brasil que se reunió en tres ocasiones con Lozoya en marzo de 2012 en la Ciudad de México (Proceso 2182).
En esos encuentros acordó la entrega de los 4 millones de dólares para la campaña de Peña Nieto a fin de que el mexiquense le facilitara unos contratos cuando estuviera en Los Pinos. Así sucedió.
No es coincidencia que en la lista de compromisos del Pacto por México firmado en diciembre de 2012, en el apartado de la reforma energética, se anunciara una acción que posteriormente se comprometería con Odebrecht.
“Se convertirá a Pemex en el motor de promoción de una cadena de proveedores nacionales y se reforzará su papel en la producción nacional de fertilizantes (Compromiso 59)”.
Para entonces, el país no contaba con una planta productora de fertilizantes. Fue hasta el 20 de diciembre de 2013 cuando Pemex, dirigida por Lozoya Austin, a través de Pro Agro, compró en 275 millones de dólares Agronitrogenados, Agroinmuebles y Agroadministración, ubicadas en Coatzacoalcos y Cosoleacaque, Veracruz.
A la fecha, las empresas que se compraron no tienen ningún tipo de operación. En enero de 2019, la Auditoría Superior de la Federación señaló que se compró la planta de fertilizantes con equipo incompleto, en mal estado y no utilizable, con 30 años de antigüedad y 18 años fuera de operación.
Informó que en la compra de Agronitrogenados se incumplieron los objetivos y las metas de poner en operación la planta de fertilizantes nitrogenados y se rebasaron los costos en 127%, al pasar de 195 millones a 443 millones de dólares.
De acuerdo con la declaración que Lozoya ofreció a las autoridades de España y que éstas entregaron a su contraparte de México, la compra de esa planta de Nitrogenados se haría con crédito de Nacional Financiera.
Salpica Lozoya a Calderón y a panistas
A principios de 2017, la Secretaría de la Función Pública anunció que realizaría una investigación acerca de los 10.5 millones de dólares que Odebrecht admitió haber pagado al gobierno mexicano a cambio de contratos públicos entre 2010 y 2014, lo que habría beneficiado a la compañía brasileña con más de 39 millones de dólares.
Se trataba de investigar lo ocurrido en las administraciones de Felipe Calderón y de Enrique Peña Nieto y sus negociaciones con la trasnacional Odebrecht, involucrada en casos de corrupción en varios países de América Latina.
Tres años más tarde, el primer y único funcionario mexicano detenido por este caso de corrupción trasnacional, Lozoya Austin, ofrece declaraciones en las cuales señala no sólo a miembros del PRI, su partido, sino también a Calderón y a exlegisladores del PAN.
La primera declaratoria de Lozoya en España fue filtrada a panistas identificados con Calderón presuntamente por el periodista español Antonio Navalón, cercano al juez Baltasar Garzón, defensor de Lozoya, según lo publicado el viernes 17 en El Universal por el columnista Mario Maldonado.
Maldonado escribe que el despacho del exsenador Roberto Gil Zuarth, del PAN, consiguió la primera declaración de Lozoya, que provino de la propia defensa del exdirector de Pemex.
“Fue el empresario y periodista Antonio Navalón, socio en México del abogado y afamado exjuez Baltasar Garzón, quien puso en manos de Gil Zuarth el documento que dice guardar con recelo la Fiscalía de Alejandro Gertz Manero”, señala el columnista; y añade que es probable que haya 18 horas de videograbaciones que comprueben los pagos entregados a legisladores para que aprobaran la reforma energética.
Según Maldonado, es probable que estén involucrados integrantes del círculo calderonista que eran legisladores en esa época, entre ellos Ernesto Cordero, Javier Lozano, Salvador Vega Casillas, así como Mariana Gómez del Campo, Luisa María Calderón y el propio Gil Zuarth.
Es factible que también estén implicados José Rosas Aispuro, Francisco Domínguez, Carlos Mendoza Davis, Martín Orozco y Francisco Javier García Cabeza de Vaca, quienes hoy son gobernadores de Durango, Querétaro, Baja California Sur, Aguascalientes y Tamaulipas, respectivamente.
El viernes 17, la FGR empezó a tomar declaración a Lozoya Austin en el hospital en el que convalece. Trascendió que su permanencia ahí se acelerará para llevarlo al Reclusorio Norte de la Ciudad de México y poner en marcha las audiencias de su juicio.
Con información de https://www.proceso.com.mx/638835/caso-lozoya-una-marana-de-nombres-y-filtraciones-que-apuntan-alto
También te puede interesar: Implican a Félix González Canto en sobornos por Reforma Energética