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¿Fue asesinado Zovek?, recordado por Cuarón en “Roma”

La película de Alfonso Cuarón “Roma”, multipremiada y arropada por la crítica, trae a la actualidad un pasaje de la vida de Francisco Xavier Chapa del Bosque, mejor conocido como “El Increíble Profesor Zovek”, quien fuera el entrenador de los nefastos “Halcones”, grupo paramilitar de tristes recuerdos por la matanza del 10 de junio de 1971 y cuya trágica muerte estuvo envuelta en medio de la sospecha de un crimen de Estado.

Crónicas periodísticas de la época reseñaban la “extraña forma de morir de Xavier Chapa”, cuando el viernes 10 de marzo de 1972 Chapa del Bosque intentó lo que sería su último escape a bordo de un helicóptero que presuntamente fue envuelto por una ráfaga de viento y provocó su caída.

Aquella noche, por el canal 2 de televisión el noticiario “24 Horas” informaba sobre la trágica muerte del “increíble profesor Zovek”, la tarde de ese día en Cuautitlán, Izcalli, al tratar de descender por una cuerda que pendía de un helicóptero, extrañamente el viento lo hizo girar sin control y cayó al precipicio, aseguraron quienes tripulaban la nave…

El último escapista en México

Francisco Xavier Chapa del Bosque, a quien todos conocían como el “Profesor Zovek”, nació el 13 de abril de 1940, en la ciudad de Torreón, Coahuila, en el seno de una familia acomodada nativa de aquella región lagunera. Sus padres, Francisco Chapa González y Julieta del Bosque, le inculcaron una educación rígida, siguiendo las costumbres de la época.

Tanto sus hijos como Josefina Rocha, su viuda, señalan que Zovek fue un niño precoz que “a los cinco años le mandaba cartas de amor a Tongolele”.

Explican también que “le gustaban mucho las historias épicas y mitológicas, como las de Hércules o Sansón, o como la de aquel muchacho flaquito que después de tanto correr cargando en la espalda a un becerro, llegó el día en que entró al coliseo cargando a un toro; o bien, las historias de los hombres más fuertes de su época”.

Por aquellos años, Francisco Xavier Chapa se encontraba discapacitado a causa de la poliomielitis que había sufrido años antes. Uno de sus tíos, cardiólogo de profesión, decidió rehabilitarlo ayudándose con una tabla y un tabique.

Todo el tiempo que duró la rehabilitación, ambos guardaron el secreto, hasta que un día en que su tío reunió a la familia, Zovek caminó, ante el asombro de sus padres, quienes exclamaban que se trataba de un milagro. Él les respondió: “cuál milagro, mi propia voluntad hizo que caminara”.

 

Los comienzos del mito: “Vuelo sin Escalas”

Cuando Zovek ingresó a la escuela se encontraba todavía débil. Ante los abusos de los demás niños su tío lo impulsó a entrenar lucha libre y artes marciales.

A los 18 años, aún como Francisco Xavier Chapa del Bosque, hizo una demostración de fuerza al jalar con los dientes dos automóviles y dos camiones. También levantaba una tarima con ocho personas sobre ella.

Ocho años más tarde, en 1966, Chapa del Bosque creaba lo que sería el antecedente del “increíble profesor Zovek”, inspirado tal vez en el personaje de Flemming, el 007, y al que llamó Agente X-1.

En 1968, Chapa del Bosque dio a conocer “Vuelo sin Escalas”, un método que acercaba al individuo a la perfección física. Adolfo Álvarez, su asistente, revela que este sistema de acondicionamiento físico “fue aplicado a niños, miembros del Ejército, alumnos del Instituto Nacional de la Juventud Mexicana y de escuelas de primaria, con excelentes resultados”.

El 6 de enero de 1969 realizó su primera gran presentación, en un festival organizado por el Instituto Nacional de Promoción y Protección de la Infancia, en el Palacio de los Deportes, realizando un escape de una camisa de fuerza. Ese mismo año, y ya como el Increíble Profesor Zovek, hizo su aparición en el programa “Domingos espectaculares” del canal 8, aún conducido por Neftalí López Páez, en el que implantó un récord al realizar en cuatro horas 55 minutos, 8 mil 350 abdominales.

 

La polémica muerte

El espectáculo de Zovek tenía varias facetas: fuerza, escapismo y resistencia. Uno de sus actos más peligrosos y espectaculares fue aquel que presentó en los estudios del entonces Canal 8, en el que se introdujo en una caja de madera a la que se le roció gasolina y se le prendió fuego; segundos más tarde, Zovek se había escapado, aunque no pudo evitar sufrir algunas quemaduras y ser llevado a un hospital.

En “Siempre en Domingo” realizó otros actos de fuerza como detener con los dientes diez motocicletas en marcha; cargar un Safari lleno de gente o soportar el peso de una combi con el abdomen.

Zovek no sólo se limitaba a presentar su espectáculo, al iniciarlo explicaba al público qué iba a ver y cómo se había preparado para ello. Al finalizar daba un mensaje que tenía como fin que la gente tomara conciencia de que “todo ser humano posee un gran potencial que debe ser desarrollado a través del acondicionamiento físico, y mediante una evolución mental y espiritual”.

Más de cuatro mil personas se habían reunido aquella la tarde del 10 de marzo de 1972 en la Plaza de la Cruz de Cuautitlán. Casi eran las 6 de la tarde. Todos esperaban la espectacular llegada del “Increíble Profesor Zovek”, quien descendería por una cuerda que colgaba de un helicóptero. La presentación tenía por objeto ayudar a un amigo, propietario del Circo de los Hermanos Suárez, que había sufrido la pérdida de su carpa.

De pronto el helicóptero apareció en el aire, se ubicó a casi diez metros de altura, tal como se había planeado, pero cuando Zovek estaba descendiendo por la cuerda, el piloto Javier Merino Arroyo se elevó y empezó a dar vueltas, a una altura aproximada de 30 metros. Colgado de la cuerda, Zovek se balanceaba peligrosamente.

El personal del circo, desconcertado ante lo que sucedía, advertía al piloto. Merino Arroyo, extrañamente, no hizo caso de estas indicaciones.

Súbitamente, después de estar suspendido y aferrado a la cuerda por un momento, Zovek se resbaló y cayó en la parte posterior de la fábrica Dispositivos Electrónicos.

Testimonios de un testigo, publicados por diversos medios impresos de la época, señalaban que “extrañamente cuando Zovek empezó a descender por la cuerda que pendía del helicóptero, la aeronave comenzó a elevarse. Arriba dio cuatro vueltas. Cuando comenzaba la quinta, Zovek ya estaba hasta el extremo de la cuerda. Fue entonces cuando se desprendió”.

El mismo testigo añadió: “El helicóptero descendió cerca del sitio donde cayó el ‘Profesor Zovek’, cuando llegó la policía se elevó y se perdió de vista”.

Esto lo confirmó su hija, Diana, quien asegura: “No llegamos al lugar donde cayó porque estaba alambrado, pero vimos cómo bajó a piso el helicóptero, a escasos cinco metros de mi papá. Vimos al piloto recoger la cuerda, después volvió al helicóptero, se elevó y se fue… la que llegó a auxiliar a mi papá fue una patrulla para llevarlo al hospital”.

 

Su perro lloró la muerte

En el Hospital Civil, a pesar de los esfuerzos de los médicos por salvarle la vida, Francisco Xavier Chapa del Bosque falleció a causa de fracturas en el cráneo, tórax y otras partes del cuerpo.

Por su parte, Adolfo Álvarez, colaborador de Zovek, recuerda: “Él me había comentado que no tenía ganas de ir. Como yo no pude asistir ese día, acordamos vernos en su casa. Llegué y el perro bóxer que le regalé en uno de sus cumpleaños empezó a ladrar, después se puso triste y creo que hasta lloró… de repente se desvaneció y yo comencé a sentir un fuerte escalofrío y una preocupación terrible, cuando llegué a mi casa mi mamá me dijo que había visto en la televisión cómo había muerto Zovek”.

La oficina de Relaciones Públicas de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes informó que el piloto Merino Arroyo tenía una amplia hoja de antecedentes negativos en la Dirección General de Aeronáutica Civil. Ante esa información, colegas del piloto salieron en su defensa, argumentando que tenía 10 mil horas de vuelo, y que había recibido una medalla al mérito en el sexenio de Adolfo López Mateos.

 

El piloto aseguró ser inocente

La noche de ese viernes 10 de marzo, durante el noticiario 24 horas, Javier Merino Arroyo le aseguró vía telefónica a Jacobo Zabludovsky, titular del noticiero, que era inocente de la muerte de Zovek, y que él había sentido el jalón de cuerda, con el cual se le indicaba que podía elevar el helicóptero.

En la capilla de Gayosso se presentaron sus admiradores, amigos y familiares, quienes acompañaron a su esposa e hijos hasta su última morada.

“Cuando se veló el cuerpo -recuerda uno de sus hijos-, la gente que fue a verlo se comportó con un respeto increíble… no iban a ver si lloraban o no la viuda o los hijos, no volteaban a ver a nadie, pasaban, lo tocaban y se persignaban; había otros que sacaban un frasquito de su bolsa y, mientras pasaban, lo ponían encima del ataúd y luego lo cerraban y se iban en silencio, como si se llevaran parte de su energía o de su esencia; incluso, hubo momentos en que tuvimos que consolar a las personas que lo iban a ver, porque estaban abatidos”.

 

Testimonio de su amigo Carlos Hernández

A Zovek se le ocurrió llegar en helicóptero y narra su hijo que le indicó al piloto: “Yo voy a descender en una cuerda, tú me vas a depositar en el piso y es todo, te vas El pretexto es causar expectación entre la gente que va a la inauguración del circo y que me vean llegar”.

Su amigo, Carlos Hernández dio su testimonio:

“Ensayaron, prepararon el arribo; pero finalmente algo extraño pasó Nunca nos pudimos explicar por qué el piloto procedió muy distinto a lo que se había ensayado Se elevó Y, si acaso, existirán dos fotografías que no sabemos si tomó un periodista o un aficionado: en una de ellas se ven los pies del profesor Zovek casi rozando la cabeza del público Estaba a un metro de tocar tierra La otra es cuando el helicóptero se eleva y se ve ya la Iglesia donde bautizaron a Juan Diego Zovek cayó de más de 200 metros de altura”.

—¿Fue accidente?

—Es lo mejor que deseamos pensar —responde Zovek hijo— Me imagino que mi papá no se soltó, porque en primer lugar fue demasiado rápido y, en segundo, pudo ser una bolsa de aire, pues era una tarde de viento medio caprichosa. El caso es que mi padre no hizo el intento por bajar Si el piloto nos lee, que Dios lo bendiga, no tratamos de culparlo; sólo que no alcanzamos a comprender lo que está escrito en las declaraciones ministeriales que esta persona formula.

“Cuando mi papá está a cosa de dos metros para bajar, se eleva el helicóptero y no hace intento por descender en un cuarto de hora más. El piloto sintió que mi padre se había bajado, que había dado la señal para que se elevara: dar un tirón a la cuerda. Por más fuerte que uno sea, habría que colgarse prácticamente para darlo, ya que la cuerda no estaba amarrada al pie del piloto, sino a la estructura del aparato, en el asiento del piloto. Era muy difícil de percibir.

“Y otra cosa: soy paracaidista profesional y me ha tocado saltar a 16 mil pies. Los pilotos simplemente banquean el avión, esto quiere decir que lo ponen de lado y van checando hasta que nos abre el paracaídas, ellos quedan tranquilos y continúan la maniobra. ¿Qué diremos cuando estás a escasos 10 metros de la persona que estás descendiendo?

“El piloto ascendió y se mantuvo volando durante 15 minutos realizando hasta cinco virajes.

“En cada viraje tú sientes un peso porque era un helicóptero chiquito de pistón, ni siquiera un turbo, un aparato Schiller, modelo de tres plazas y cabina de burbuja Si traes un peso de 100 kilos como el de mi papá, quien medía un metro 87, para mí resulta lógico que sientas algo colgando. Insisto, no culpo a nadie; pero en aras de la verdad, ésos son los hechos y queremos que la gente lo sepa. El piloto no volteó a ver si mi padre había bajado y siguió dando vueltas en el aire”.

 

Luis Echeverría, expresidente, recibe a la familia

Carlos Hernández recalca que es un mito que Zovek haya muerto millonario (se presentó en más de 100 programas en vivo sin repetir un solo acto, pero fue su viuda la que sacó adelante a la familia con mucho trabajo) Y relata:

La televisión japonesa buscó talentos deportivos para un programa llamado “El show mundial de las sorpresas” y se enteró de que en México había escapistas que hacían hazañas fabulosas. Vinieron, pero al saber que sólo era uno, Zovek, lo invitaron a Japón para darle el título de primer showman internacional, una semana antes de su muerte. El entonces presidente Echeverría había estado en Japón y se había enterado de su fama

Tras su muerte, Francisco Xavier, hermano mayor de Zovek hijo, le escribió una carta a Echeverría solicitándole apoyo para continuar el entrenamiento “Vuelo sin escalas para los jóvenes”, finalmente:

“Echeverría lo canalizó con uno de sus secretarios, quien nos recibió con su viuda en un despacho Ella le comentó que íbamos para que nos apoyara en continuar la gran obra de El increíble profesor Zovek, el tipo nos preguntó: ‘Bueno, señora, y ¿dónde está la obra para que le ayudamos a que siga con su construcción?’ No entendió la mística de Zovek”.

Por ello su hijo toma la estafeta: Mi padre siempre creyó en la raza mexicana. Creo que es un mito aquello de que nunca segundas partes fueron mejores y quiero demostrarlo. Los productores no se dan cuenta de la mina de oro que tienen.

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Fernando Alvarez

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Etiquetas: Roma