San Miguel de Allende, Guanajuato.– El tan “cacareado” programa de apoyo a nuestros hermanos migrantes: “Bienvenido Paisano”, para aquellos que en estas fiestas decembrinas visitan a sus familias, ha servido solo de adorno para el gobierno federal, ya que hace unos días policías estatales de Guanajuato asesinaron a un muchacho que vino de Estados Unidos a visitar a sus parientes.
Un joven que recién había llegado de EU el pasado domingo murió el miércoles presuntamente a manos de elementos de las Fuerzas de Seguridad Pública en Estado (FSPE). Mientras las autoridades acusan que fueron agredidos por varios muchachos, entre los que se encontraba el fallecido, familiares de la víctima niegan lo anterior y argumentan que fue un error de los oficiales.
Familiares precisan que Leonardo, de 23 años, era un muchacho tranquilo y que este jueves había salido a jugar futbol en compañía de uno de sus hermanos. Ya por la madrugada, se encontraba cerca de la comunidad San Damián, en el camino que conduce a Corralejo de Abajo, a donde fue a buscar señal para el Internet, cuando fue ultimado a tiros por elementos policiacos.
Sin embargo, a través de un boletín, la Secretaría de Seguridad Pública del Estado (SSP) informó que los elementos fueron agredidos sin motivo aparente por tres hombres armados, sobre el tramo carretero San Miguel-Guanajuato-Juventino Rosas, por lo que tuvieron que responder. Al iniciarse la persecución, los tripulantes de la camioneta no cesaron la agresión a los elementos impactando los disparos en varias ocasiones contra la unidad policial.
Al ser abatido el conductor, la unidad se estrelló contra un árbol y de ella descendieron dos hombres que se dieron a la fuga aprovechando las condiciones de oscuridad.
“Los integrantes de las FSPE actuaron en cumplimiento a los protocolos nacionales e internacionales del uso de la fuerza y ante un peligro inminente de muerte en su contra, repelieron la agresión al ser atacados”, fue la postura oficial.
Según se informa, los elementos decomisaron una pistola tipo escuadra 9 mm, una pistola tipo calibre .38 especial y una camioneta negra Expedition con placas de Texas. Después de asegurar el lugar, se dio parte a la autoridad competente, dejando a su disposición las armas y el vehículo.
Comunicado de la Policía Estatal.
A través de redes sociales, circulan versiones de que la policía se equivocó. La familia y algunas otras personas refutan la versión de la SSP: “El error del joven fue no detenerse, porque llevaba cervezas, pero no disparó a los policías”.
Un testimonio publicado por un medio local aseguró que una persona de la comunidad alcanzó a escuchar los disparos donde perdió la vida Leonardo y trató de avisarles a todos los habitantes “para que cada quien ubicara a sus hijos y asegurarse de que estuvieran a salvo”. Ubicaron a todos menos uno: Leo, que el domingo llegó de Estados Unidos y cuatro noches después ya está tendido.
De acuerdo con esta mujer, cuñada del joven, éste habría subido a esa parte de “la loma” para “agarrar señal para el Internet”, ya que las comunicaciones son complicadas en el rancho. Ahí fue abatido por los oficiales. Según cuenta, tienen testigos que alcanzaron a escuchar presuntamente las risas de los oficiales al darse cuenta de que se habían equivocado, una agente de policía dijo “ahora sí ya valió”. Y que incluso, el joven todavía quedó vivo tras recibir los disparos, algunos habitantes lo oyeron toser, pero que los oficiales, aseguran los deudos, no llamaron a ninguna ambulancia y lo dejaron morir.
Burdo montaje policíaco, pero que les valdrá la impunidad a los asesinos.
Incluso, acusó que los policías alteraron la escena, pues “movieron la camioneta”. Además, en una comunidad de 50 personas (todos se conocen), ninguno de los amigos con los que se juntaba está detenido o desaparecido. “¿De dónde eran las otras personas? No, Leonardo estaba solo”, asegura.
Lamentó que para poder recibir información sobre el cuerpo del muchacho, los deudos tuvieron que contratar abogados, de otra forma la jornada se hubiera extendido aún más, ya que los hechos ocurrieron de madrugada y para las ocho de la noche no sabían gran cosa, por lo que ya habían presentado denuncia.
Desesperada, la mujer indicó que la familia estaba afuera de las instalaciones de la Procuraduría sin saber qué hacer, pues al parecer ni a los abogados les estaban permitiendo acceso a las declaraciones que se estaban llevando a cabo.
Respecto a la acusación de las autoridades sobre que Leo traía armas, dijo “es para conveniencia de la Policía”, ya que era una persona tranquila, no usaba drogas ni tomaba, era un obrero de la construcción que tenía su novia allá en “el Norte”. Tras ser avisada de la tragedia, la muchacha ha emprendido el viaje para despedirlo.
En las imágenes difundidas por la SSP se observa la camioneta entre arbustos, pero en otras imágenes tomadas por habitantes de la comunidad, se observa la camioneta a medio camino. Otra de las inconsistencias es que la patrulla presuntamente baleada por el joven abatido, ya que no permaneció en el lugar para las pruebas periciales correspondientes.
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