Durante su discurso y en su última participación en la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas, como Presidente de México, Enrique Peña Nieto se lanzó contra el tráfico ilegal de armas y advirtió que se trata de «un flagelo» que debe ser atendido lo más pronto posible.
El mandatario dijo que «las armas de destrucción masiva no son la única amenaza para la sociedad, el tráfico ilícito de armas es uno de los más grandes retos a la seguridad interior, que como en muchos otros países, México ha tenido que enfrentar».
En otro orden de ideas, el Presidente refirió que los resultados de la Sesión Especial de la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre el Problema Mundial de las Drogas de 2016, son un parteaguas en el régimen internacional de control de drogas.
México enfrenta «importantes retos» en derechos humanos
«Su implementación nos permitirá transitar de la mera prohibición a una eficaz regulación que conjugue los enfoques de prevención, salud pública y derechos humanos», dijo. En su alocución el Jefe del Estado Mexicano realizó una enérgica defensa del multilateralismo frente a tendencias que, afirmó, parecían superadas «y que en el pasado demostraron ser contrarias al desarrollo».
Reconoció que México enfrenta «importantes retos» en materia de derechos humanos y por ello ha implementado políticas públicas específicas para atenderlos. Destacó que México ha actuado responsablemente en la promoción de los derechos humanos.