El exgobernador de Veracruz Javier Duarte tendrá que continuar tras las rejas pues la expectativa de una salida anticipada de prisión quedó finalmente descartada este viernes, luego de que una jueza federal determinara improcedente su petición de libertad condicionada.
Duarte, quien en 2020 recibió una sentencia de nueve años de cárcel por delitos vinculados al desvío de recursos públicos mediante una compleja red de empresas fantasma, deberá permanecer recluido en el Reclusorio Norte hasta completar la totalidad de su condena, lo que ocurrirá en abril de 2026, de acuerdo con información difundida por medios nacionales.
La resolución fue emitida por la magistrada de control Ángela Zamorano, adscrita al Centro de Justicia Penal Federal (CJPF), tras escuchar a los testigos y valorar los argumentos presentados durante la audiencia.
La defensa del exmandatario alegó que Duarte había acreditado buena conducta y cumplía con los requisitos legales para obtener el beneficio, pero la magistrada coincidió con la postura de la Fiscalía General de la República (FGR), que se oponía tajantemente a su liberación anticipada.
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Además de las razones expuestas por el Ministerio Público, la jueza recordó que el exgobernador aún enfrenta un proceso pendiente por el delito de desaparición forzada, por lo que no es posible permitir su salida de prisión hasta que la condena vigente haya sido cumplida en su totalidad.
Durante las sesiones judiciales, los abogados del exmandatario se mostraron optimistas. Su representante legal, Pablo Campuzano, llegó a asegurar ante la prensa: “No vemos alguna posibilidad de que se pueda impedir (su salida). Se cumplen todos los requisitos (…) y están incorporados como prueba todos los documentos que así lo respaldan”. Sin embargo, dicho planteamiento fue finalmente descartado por la autoridad judicial.
La FGR sostuvo que Duarte no ha demostrado el requisito de buena conducta, indispensable para conceder la medida. El fiscal especial Manuel Granados afirmó que “ha sido muy evidente que no ha tenido una buena conducta” durante su reclusión.
Javier Duarte, quien militó en el Partido Revolucionario Institucional (PRI) hasta su expulsión, gobernó Veracruz entre 2010 y 2016, periodo tras el cual fue señalado por presuntos actos de corrupción.
Aunque el PRI terminó por deslindarse y pedir disculpas públicas, Duarte ya había abandonado el país junto con su esposa. Su captura ocurrió en abril de 2017 en Guatemala, tras una operación conjunta entre autoridades locales y la Interpol; meses después fue extraditado a México.
En 2018, un juez federal lo sentenció a nueve años de prisión y a pagar una multa superior a 58 mil pesos, luego de que el propio Duarte aceptara su culpabilidad en los delitos de asociación delictuosa y lavado de dinero. Así, su intento actual por obtener libertad anticipada queda sin efecto, manteniéndolo en prisión al menos hasta 2026.
Con Información de Agencias
