Con la asistencia de 465 de los 500 diputados que integrarán la nueva LXV Legislatura -¡ya empezaron a faltar desde el primer día!-, los legisladores electos de Quintana Roo rindieron ayer la protesta de ley en San Lázaro, comprometiéndose a poner su mejor esfuerzo para responder a la responsabilidad conferida por los quintanarroenses y, de paso, pulir un poco la opaca imagen que por sus malos resultados dejan varios de los diputados salientes.
Con un sólido currículum político en cargos de elección popular, administración pública y posiciones partidistas, Laura Fernández y Juan Carrillo, electos para los Distritos 04 y 01, participaron en el ritual de la Cámara de Diputados, junto con Anahí González y Alberto Batún, triunfadores en los Distritos 02 y 03, quienes no obstante de que apenas están dando sus primeros pasos en el “ABC” de la política de alto nivel, arriban a la naciente Legislatura impulsados con un masivo respaldo ciudadano manifestado en las urnas.
Los dos primeros, más consolidados, forman parte de las filas del Partido Verde, en tanto los segundos, en pleno proceso de aprendizaje, pero con sobrado entusiasmo para sacar la casta por Quintana Roo, son de la artillería más fiel e institucional de Morena.
No alcanzó a llegar al gran evento la recién designada diputada plurinominal Santy Montemayor, porque su nombramiento la agarró de noche y ya no tuvo tiempo para llenar los requisitos, pero lo más seguro es que en breve se sumará a la bancada quintanarroense que en un sorpresivo golpe de timón del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación para ajustar el tema de la paridad de género, escaló este domingo a cinco los escaños federales asignados al estado.
Con la designación de Montemayor, también integrante del PVEM, los “tucanes” arrancarán con tres miembros la LXV Legislatura, en tanto los “morenos” sólo con dos, con lo que llevan “mano” en la toma de decisiones consensuadas, como buenos aliados, que hagan en Ciudad de México a partir del miércoles próximo.
Ayer, magistrados de la Sala Superior del Trife ordenaron al Instituto Nacional Electoral reasignar las diputaciones plurinominales para ajustarlas al principio de paridad de género, por lo que por vez primera en la Cámara de Diputados habrá 250 mujeres y 250 hombres.
En la histórica decisión, fue sustituida una fórmula de hombres del PVEM en la tercera circunscripción plurinominal, para darle paso a la fórmula compuesta por Laura Fernández Piña y Santy Montemayor. Pero como la aún alcaldesa de Puerto Morelos ya había sido electa por mayoría relativa, su suplente fue la que resultó premiada en la lotería de las “pluris”.
En tiempos inéditos donde Morena se abre paso a como dé lugar y se afianza en las Cámaras legislativas -ahí está el caso de Olga Sánchez Cordero- para fortalecer la “Cuarta Transformación” del presidente Andrés Manuel López Obrador, en Quintana Roo el Verde le “comió el mandado” en lo legislativo a Morena.
Por primera vez en su historia, en un quirúrgico ajuste en la paridad de género, la Cámara de Diputados estará representada por igual número de mujeres y de hombres, lo que no necesariamente es una garantía de que será la mejor Legislatura de todas.
Apostarle al estricto cumplimiento de la paridad sólo por ley, es presuponer que todos los nuevos diputados, hombres y mujeres, son los mejores y más capaces, porque legislar no es sólo un tema de género sino también de talento, conocimientos, responsabilidad y capacidad.
Van cinco nuevos diputados federales por Quintana Roo, en quienes confiamos en que nos representen dignamente y cumplan todas sus promesas, más allá de responder a la sobrentendida encomienda de apoyar desde sus curules los proyectos presidenciales.
Ojalá y que Anahí, Laura, Juan, Alberto y Santy nos demuestren a los quintanarroenses de qué madera están hechos y que serán capaces de hacer un mejor papel que varios de los diputados que ya van de salida, arrastrando más pena que gloria y con un pesado lastre de impopularidad y desprestigio del que será difícil que se desprendan en mucho tiempo.
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