Por Antonio Rivera
Chetumal, Q. Roo.- La Comisión de los Derechos Humanos del Estado de Quintana Roo condenó los recientes atentados en contra de personajes de la política en la zona norte de la entidad y aboga por que el presente proceso electoral se desarrolle de manera pacífica y en un marco de respeto y tolerancia.
Lo anterior fue mencionado debido a que dos mujeres fueron heridas de bala el fin de semana por un comando en la zona continental de Isla Mujeres, zona conurbada a Cancún, Quintana Roo.
Una de ellas es candidata a regidora por el Revolucionario Institucional (PRI), Rosely Danilú Magaña, y otra mujer activista de dicho partido político, Lizbeth Noemí Pasos Sarabia.
Al respecto el ombudsman quintanarroense Marco Antonio Toh Euán comentó que la Comisión de los Derechos Humanos del Estado de Quintana Roo condena los recientes atentados en contra de personajes de la política en la zona norte de la entidad y aboga por que el presente proceso electoral se desarrolle de manera pacífica y en un marco de respeto y tolerancia.
“Las elecciones son un ejercicio democrático que confluyen en un ambiente de civilidad y diálogo, y en donde el debate de las ideas por ningún motivo deben significar una confrontación hostil, ni mucho menos ocasionar un daño a la integridad personal”, abundó.
La Comisión, dijo, hace un llamado a las autoridades correspondientes para que se investiguen todas las líneas pertinentes, en los ataques perpetrados cometidos en este contexto de violencia en el presente proceso electoral, dar con las personas responsables y sancionarlos conforme a derecho. Lo anterior no solo con el objetivo de proporcionar el acceso efectivo a la justicia para las víctimas y sus familiares, sino también para dar certeza y confianza a la ciudadanía quintanarroense de emitir su voto de manera libre.
Por último, recalcó, este organismo público autónomo considera indispensable que quienes contienden contemplen el enfoque de derechos en sus discursos y propuestas, con el fin de eliminar el discurso de odio en este proceso, de tal manera que se prevenga la exacerbación en el ánimo de las y los electores.