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Engorda adolescencia en Quintana Roo

Engorda adolescencia en Quintana Roo.- Quintana Roo se encuentra en tercer lugar con el problema de obesidad en adolescentes de 12 a 19 años de edad, solo por debajo de Colima y Veracruz, de acuerdo a la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut 2018).

La obesidad infantil es uno de los problemas de salud pública más graves del siglo XXI. Los niños obesos y con sobrepeso tienden a seguir siendo obesos en la edad adulta y tienen más probabilidades de padecer a edades más tempranas enfermedades no transmisibles como la diabetes y las enfermedades cardiovasculares.

A nivel nacional, en la población de 12 a 19 años la prevalencia de sobrepeso y obesidad aumentó de 34.9 a 38.4 por ciento; el mayor crecimiento se dió en las mujeres al pasar 35.8 a 41.1 por ciento de 2012 a 2018.

Quintana Roo se encuentra en tercer lugar con el problema de obesidad en adolescentes de 12 a 19 años de edad

En relación con los niños de cinco a 11 años, ha aumentado la prevalencia de niños que alcanzan el grado de obesidad pasando de 14.6 por ciento en 2012 a representar el 17.5 por ciento en 2018, lo que hace que la proporción de niños en esta edad con sobrepeso y obesidad sea del 35.6 por ciento en el país.

Los datos de ENSANUT 2018 indican que la prevalencia de sobrepeso en niños menores de cinco años es de 8.2 por ciento, así como que el 22.2 por ciento de la población de 0 a cuatro años se identifica también con riesgo de sobrepeso.

En la población de 10 a 19 años, un indicador de sedentarismo es el tiempo frente al televisor, lo recomendable es dos o menos horas diarias; en 2018, se declara que 43.6 por ciento de las personas de 10 a 14 cumplen con la recomendación, dato que en 2012 fue de 33 por ciento.

Actualmente, diversos estudios han reportado que las actividades sedentarias tienen una influencia directa en el metabolismo, la salud ósea y cardiovascular; señalando que mientras más prolongado sea el tiempo destinado a éstas, mayor será el riesgo de alteraciones metabólicas.

Los cambios tecnológicos han propiciado que las personas tengan un estilo de vida más sedentario con episodios breves y ocasionales de actividad moderada o vigorosa durante el día.

El sobrepeso y la obesidad favorecen la aparición de enfermedades crónicas degenerativas como diabetes, enfermedades cardiovasculares, renales, etc., con repercusiones graves que afectan la calidad y la esperanza de vida.