Madrid, España.- Científicos chinos descubrieron los restos más antiguos de espermatozoides de los que se tiene constancia.
Según las investigaciones, los espermatozoides se remontan a un cretáceo de hace unos 100 millones de años; pero ¿Cómo eran?
Pues de acuerdo a los científicos, el hallazgo de estos espermatozoides ocurrió en el interior de una hembra de un minúsculo cretáceo que quedó atrapada en el ámbar en Myanmar.
El espécimen pertenece a una especie hasta ahora desconocida que fue nombrada como Myanmarcypris Hui, de la clase de los ostrácodos, señala la investigación publicada en el diario científico Proceedings of Royal Society B.
Los investigadores informaron que en los restos hallados del ámbar localizaron una hembra en cuyo tracto reproductivo se encontraban células espermáticas gigantes.
Esto lo convierte en el fósil más antiguo en el que se han identificado de forma concluyente las células de un esperma.
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«No sabemos por qué pero el esperma debe ser muy funcional, de otra forma la selección natural habría eliminado los trazos», explicó uno de los responsables de la investigación, Wang He, del Instituto de Geología y Paleontología de Nankín.
Los científicos refirieron que este espermatozoide fosilizado no solo es el más antiguo, ya que se remonta a unos 100 millones de años, sino que es el más grande jamás hallado en la historia, pues es cuatro veces mayor que el del humano.
Los ostrácodos han existido durante 500 millones de años y se han descrito miles de especies modernas, por lo que encontrar caparazones fosilizados de estos crustáceos no es algo raro.
Descubren también, que los especímenes hallados ahora, al estar conservados en ámbar, permitieron conocer detalles de sus órganos internos, incluidos los reproductivos.
El análisis se realizó a través de reconstrucciones de rayos X en 3D asistidas por ordenador y las imágenes revelaron detalles sorprendentes de la anatomía de estos animales, desde sus diminutas extremidades hasta sus órganos reproductivos, recubriendo el esperma cuyo tamaño es cuatro veces mayor a la especie humana.
Fue ahí, que los investigadores encontraron en una de las hembras el esperma maduro, que fue descubierto en los receptáculos donde este se almacenaba después de la cópula, el cual está en la espera de ser liberado cuando los óvulos de la hembra maduran.
Lo impresionante del esperma es que son los más antiguos y cuatro veces más grande que el de los humanos.
Con información de: Milenio
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