145 ballenas piloto se quedaron varadas en la isla steward en Nueva Zelanda, todas murieron.
Según el comunicado del Ministerio de Conservación de Nueva Zelanda, las ballenas se quedaron varadas en la bahía Mason, estuvieron en dos grupos con diferencia de dos kilómetros entre sí.
Un excursionista fue quien alerto el sábado a las autoridades del país.
Los socorristas llegaron pero no se pudo hacer nada.
El gerente de operaciones en Rakiura del Ministerio de Conservación de Nueva Zelanda, Ren Leppens, informó “La mitad de las ballenas estaban muertas cuando llegaron los socorristas, mientras que el resto fue sacrificado debido a la dificultad para acceder al lugar”.
“Tristemente la posibilidad de reflotarlas con éxito eran extremadamente bajas. La lejanía del lugar, la falta de personal y el deterioro de la condición de las ballenas implicaba que lo más humano que se podía hacer por ellas era sacrificarlas” explicó, Leppens.
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La muerte de las ballenas
En promedio cada año 300 ballenas y delfines se quedan varados en las playas de Nueva Zelanda.
Los factores que se dan para que estos animales se queden varados son loa vejez o alguna enfermedad que se les presente.
Con el tiempo sus habilidades físicas y de navegación va disminuyendo por lo tanto cuando existen corrientes fuertes pueden ser arrastradas.
Otro caso se da cuándo se encuentran con algún inconveniente que no les permite nadar con facilidad, pueden ser redes de pesca o algún golpe que hayan sufrido.
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Los antecedentes de ballenas muertas en Nueva Zelanda
Los mamíferos marinos se quedan varados con frecuencia en las costas de Nueva Zelanda.
En febrero de 2017, 416 ballenas calderones aparecieron varadas en la península Farewell Spit, en la Bahía Dorada de Nueva Zelanda.
En Nueva Zelanda llegan estos animales, debido a que les queda en su ruta sin embargo muchos de ellos se desorientan y terminan con sus vidas en las playas.
Los funcionarios ambientales advierten que en promedio unas 85 ballenas por año son encontradas en las costas.