Alentadoras noticias para los enfermos con el Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH), causante del Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA), debido a que fue reportado el tercer caso de un paciente curado.
Tan solo el día de ayer se reportaba que hubo un caso únicamente conocido como “el paciente de Londres”, que vendría a ser el segundo caso documentado de alguien que se libra del VIH gracias a un trasplante de médula. Hoy ya hay otro caso.
Noticias que esperanzan gracias a trasplante de médula
El caso que se publica en el sitio de la Universidad de Witwatersbrand de Johannesburgo ha sido tratado en diversos medios internacionales y en la comunidad científica como “el paciente de Dusseldorf”, evocando razones geográficas, evidentemente.
Tal como en los dos casos anteriores, este paciente mostró deshacerse el VIH a través de un trasplante de médula donde el donante tuviera una mutación en el gen CCRs, que le da al portador, junto a otros factores, la posibilidad de curarse del sida.
El documento entrega la información de que el “paciente de Dusseldorf” ya lleva tres meses sin medicamentos para el VIH, sin mostrar que la enfermedad avance o se manifieste otra vez en su organismo, lo que sin duda tiene a la comunidad científica con una enorme cantidad de nuevos datos en pos de la búsqueda de la ansiada y esperada cura del sida.
Médicos piden reservas ante las buenas nuevas
Ahora, hay que guardar las esperanzas donde corresponden, ya que a pesar de que los tres pacientes no han mostrado que la enfermedad se manifieste otra vez en sus organismos, los médicos llaman a esperar ya que todo está en condicional ¿Por qué? No se sabe si el sida volverá a posteriori, con menor, igual o mayor fuerza, como tampoco si es la cura definitiva. Al final del día solo quedan los datos y esperar, pero son informaciones que ilusionan en pos de que los avances de la ciencia y el descubrimiento científico lleguen, después de décadas de sufrimiento mundial por esta enfermedad, a una cura definitiva. Por ahora ya se ha logrado que con tratamiento, el VIH no sea una sentencia de muerte segura.