En el 2022 no solo se va a renovar la gubernatura y se prevé que Quintana Roo sea gobernado, por primera vez, por una mujer, sino que también se renovará la Cámara de Diputados local, la cual acompañará al gobernante entrante.
Son varios los que quieren contender y buscar una diputación local; sin embargo, son pocos aquellos que gozan de buena imagen y, sobre todo, que sea aceptada por la mayoría de los ciudadanos.
En ese contexto me enfocaré en Solidaridad, donde si bien son muchos los que quieren, pocos son aceptados en un ámbito político donde la mayoría se conoce y sabe quién es quién.
Ahí salta un nombre, y es de Asunción Ramírez Castillo, quien se ha distinguido entre aquellos que lo conocen por saber cumplir su palabra y don de gente, lo cual en estos tiempos políticos lo convierte casi casi en una reliquia.
Él es una de las figuras que se mira como posible candidato a una diputación local, de los pocos que lo respalda un buen trabajo realizado en la función pública, tanto en el municipio de Solidaridad como tesorero de Cristina Torres, como en el Gobierno del Estado donde ocupa el mismo cargo.
Pero además ahora hay que considerar que los ciudadanos, al menos en Solidaridad, no se dejaron llevar por la marca de un partido, si no, que le pregunten a Laura Beristaín que se confió en las siglas de Morena para su reelección a la Presidencia Municipal y perdió el pasado 6 de junio.
Por otro lado y en lo que tiene que ver con el partido guinda, los conflictos en Morena que no tienen fin, influirán en los procesos internos para elegir abanderados en el 2022, donde vemos a un Ricardo Monreal, aspirante a la Presidencia de la República por ese partido, que ha descalificado abiertamente las encuestas para elegir abanderados en el 2024, y ha dicho que cuando mucho aceptaría una consulta a las bases, como en el viejo PRI, donde los militantes voten en urnas.
Es más, el senador ha declarado que no va por un premio de consolación, si no que por el premio mayor; es decir, la Presidencia de la República.
Si bien es cierto que faltan tres años para la sucesión presidencial, las prematuras inconformidades y destapes en ese partido tendrán su efecto en las elecciones del 2022 en Quintana Roo, donde ya se ve, como se ha repetido en varias ocasiones, a una Marybel Villegas compitiendo fuera del partido guinda.
Así las cosas en Quintana Roo, donde son muchos los que quieren, pero seguramente pocos serán los escogidos y más aún, muy pocos con capacidad y resultados en el quehacer público. Hasta la próxima.
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