Concluye el 2020, un año sin comparación, un año de aprendizaje, que nos volvió más humanos y que nos prepara para cualquier escenario a vivir en el 2021, 365 días de año que seguramente pondrán nuevamente nuestra fuerza y condición humana a prueba.
Pero pese a la pandemia por Covid-19, el confinamiento y posterior reactivación paulatina de la economía de Quintana Roo, nos recuerda que la vida no para, que hay procesos que no se pueden detener y uno de ellos es el cambio de gobiernos municipales y renovación del Congreso federal.
En ese contexto, en un poco más de 30 horas estaremos en un nuevo año y con ello en pleno proceso electoral, tanto local como federal.
El latente peligro de contagio por Covid-19 será seguramente un ingrediente extra en las precampañas, campañas, y día de la elección la cual tendrá lugar el primer domingo de junio, se habrá que tomar las medidas necesarias para los eventos que de ninguna manera serán masivos, concentraciones que en las recientes campañas se han dejado atrás, debido a que toda logística que se utiliza forma parte de los gastos de campaña.
Ahora habrá que sumar que ese tipo de eventos serán focos de contagios, y nadie se atreverá a convocarlos, además que las autoridades electorales no lo permitirán.
Los candidatos tendrán que ser ingeniosos para poder llegar al electorado, aplicar con más rigor la visita casa por casa con la marcada distancia de metro y medio y con todas las medidas de protección; será, pues, una campaña electoral jamás vista, como todo lo que ocurre a partir de febrero del año que concluye.
A ello hay que sumar el desencanto ciudadano que crece cada día más, con gobernantes que no le han cumplido a aquellos que les dieron la confianza de manejar los recursos que se generan vía impuestos y otros tributos.
Entre esos gobernantes repudiados está el presidente municipal de Othón P. Blanco, el suplente Otoniel Segovia, quien ha sumado negativos al por mayor en la capital del estado, Chetumal, los más recientes, mantas en contra de su gobierno colocadas en todos los mercados municipales de esa ciudad.
En Solidaridad la situación es similar, los ciudadanos no están nada conformes con el gobierno de Laura Beristaín, sobre todo con la inconclusa obra de remodelación de la Quinta Avenida que ha generado pérdidas económicas a los empresarios en la temporada decembrina que está a punto de concluir.
Así concluye el 2020 para entrar a un 2021 cien por ciento electoral y en el cual, algunos gobernantes intentarán reelegirse, pero llevan la marca del año que acaba, el cual mostró lo bueno y malo de cada quien. Hasta la próxima.
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