Hace 30 años el capitán Tim Lancaster sufrió uno de los accidentes más aterradores, ya que casi sale volando por la ventana de un avión.
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Corría el año 1990, cuando el capitán Tim Lancaster de la aerolínea British Airways, se encontraba piloteando un avión comercial, con 81 pasajeros y 6 tripulantes.
Sin embargo, el parabrisas estalló y provocó que Lancaster fuera succionado y expuesto a vientos de más de 600 kilómetros por hora, y temperaturas cercanas a los -17 °C, durante casi 22 minutos.
Lancaster: el piloto que casi sale del avión
Testigos aseguran que el piloto no cayó gracias a que sus piernas todavía estaban metidas debajo de los controles y un asistente lo sostuvo de ahí.
De manera casi inmediata entre varios intentaron meter al piloto nuevamente a la cabina, pero les resultó imposible. Mientras tanto, el copiloto Alistair Atchison, avisó a la torre de control sobre lo sucedido y procedió a realizar un aterrizaje de emergencia.
El accidente tuvo lugar en el vuelo 5390 de British Airways, que partió del aeropuerto de Birmingham (Reino Unido) en la mañana del 10 de junio de 1990 hacia Málaga (España).
Según investigadores la ruptura del parabrisas se originó porque utilizaron pernos más delgados y pequeños que los habituales, los cuales no aguantaron la presión.
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