La Fiscalía de Estados Unidos pidió «respetuosamente» bajar la sentencia de la actriz Allison Mack, quien es coacusada de Keith Raniere en el caso NXIVM, el cual se vincula a la secta liderada por el estadunidense como una red de tráfico sexual que afectó a varias mujeres.
A pesar de que los cargos por los que se declaró culpable ameritan una pena mínima de 14 y una máxima de 17 años y medio de prisión, el gobierno de Estados Unidos hizo la solicitud al juez Nicholas Garaufis de que “imponga una sentencia por debajo de ese rango” en contra de Mack.
La razón principal de su petición radica en que “la acusada Allison Mack ha brindado asistencia sustancial al gobierno en la investigación y el enjuiciamiento de otros”. El 8 de abril del 2019, ella se declaró culpable de crimen organizado y conspiración de crimen organizado.
En su escrito entregado hace unas horas a la corte, los fiscales destacan que un mes antes de que comenzara el juicio contra Keith Raniere, “Mack comenzó a hablar con el gobierno” al que proporcionó detalles como “las asignaciones para ‘seducir’” al líder y los esfuerzos para encontrarle al gurú una “sucesora virgen”.
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La actriz detalló igualmente el papel de Raniere en la elaboración de las asignaciones para los “esclavos” de Mack, y las continuas solicitudes del líder de NXIVM por recibir fotografías de desnudos de “sus esclavas” en la secta DOS, así como sus instrucciones para que se usara un “lenguaje degradante y despectivo, incluidos los insultos raciales para humillar a las esclavas”, destacan los investigadores.
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Allison Mack también proporcionó información sobre los intentos de la coacusada, Clare Bronfman, de amenazar a las víctimas de DOS, y de iniciar investigaciones sobre delitos cibernéticos en contra de “un individuo que Bronfman consideraba crítico contra Raniere y ‘NXIVM’.
Bronfman fue condenada a seis años y 9 meses el pasado 30 de septiembre. Mack también entregó al gobierno “correos electrónicos, documentos y grabaciones relevantes”. Sobre todo, el memorándum destaca que una grabación usada en el juicio, sirvió “como evidencia crucial del papel de Raniere en la elaboración de la ceremonia de creación de marca” donde se tatuaba a las “esclavas” las iniciales del líder en la cintura.
