Por increíble que parezca, desde hace más de siete años los habitantes de Chetumal, capital del estado, no cuenta con servicio de transporte urbano, es decir los clásicos autobuses, y tienen que conformarse con las combis y taxis del sindicato de taxistas, cuyo servicio y unidades deja mucho que desear.
El problema es tan añejo, que ya se olvidó desde que administración se dejó de contar con dicho servicio, pero hace seis años, en el gobierno de Eduardo Espinosa, se otorgó la concesión del transporte público a la empresa Equipos y Maquinaria Ecológica, pero esta no logró adquirir ni la mitad de las unidades que había prometido cuando entró al concurso por la concesión, y nunca entró en operaciones.
En ese entonces las autoridades municipales hablaron de la posibilidad que la empresa ADO aceptara nuevamente brindar el mencionado servicio, como lo hizo en años pasados por medio de la empresa Bahía, pero la empresa nunca aceptó.
El problema que tiene la capital del estado es que algunas rutas no son redituables, además de la competencia que tienen con las combis del sindicato de taxistas y los mismos taxistas.
Y en ese calvario, de estar sujetos al pésimo servicio del sindicato de taxistas, están sumidos los chetumaleños, quienes ven ir y venir presidentes municipales, partidos políticos, promesas de mejorar la condición de vida, sin que ello se plasme en la realidad, no al menos en lo básico como es la pavimentación y servicio de transporte urbano.
Es realmente de llamar la atención que la capital del estado, sede de los tres poderes, no cuente con un servicio en forma y de calidad de transporte público, sin que hasta ahora el gobierno municipal, al menos el suplente Otoniel Segovia, haya dado muestras de querer solucionar la situación, más bien se preparan para mantenerse en el poder en las elecciones de junio del presente año.
En el contexto de los resultados, el nivel de desempeño de los gobiernos municipales cada día es más bajo, ahora temas como el transporte urbano y la disposición final de la basura es asunto que no ocupa al primer edil.
Por otro lado, los habitantes del primer cuadro de la ciudad de Chetumal notan el deficiente servicio de recolección de basura nada más cuando se suspende; sin embargo aquellos que viven en las colonias y fraccionamientos aledaños al basurero a cielo abierto, sufren los malos olores y fauna nociva, lo cual se intensifica en época de calor.
Así las cosas en la capital del estado, en la cual, al igual que el resto de los municipios, volverán nuevamente a estar bajo el bombardeo de promesas de los candidatos, las cuales seguramente incluirán solucionar algunos de los problemas planteados en esta columna. Hasta la próxima.
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