¡Milagrosa caída! Joven se avienta del noveno piso de un rascacielos en Nueva Jersey. Un hombre ‘vive para contarlo’, pues se aventó de un noveno piso de un rascacielos en Nueva Jersey, en Estados Unidos, y de ¡milagros! Quedó vivo.
Testigo de los hechos, compartieron en redes sociales el momento en que el joven de 31 años cayó en el techo de un Beemer 330i negro estacionado debajo del edificio, ubicado en 26 Journal Square.
Tremendo susto se llevó Christina Smith, una mujer que presenció el hecho relató a The Post que él se puso de pie con el brazo derecho roto y preguntó: “¿Qué pasó?”.
“Escuché un gran ruido y al principio no pensé que fuera una persona”, dijo Smith. “La ventana trasera del coche explotó, entonces el tipo saltó y empezó a gritar. Su brazo estaba todo retorcido”.
La testigo de nombre Smith, quien estaba por ahí porque fue a comer a un puesto de comida rápida, dijo que no creía lo que veía, que parecía salido de una película. Ella asegura que la chamarra que vestía el hombre lo salvó de heridas más graves, pues era muy esponjosa.
— christinaaa (@christinaabrii) October 6, 2021
Luego de la caída del joven, la mujer rápidamente llamó al 911, luego tomó fotos y videos asombrosos de las secuelas, incluyendo imágenes gráficas del hombre gritando de dolor con lesiones en la parte superior del cuerpo. El video también muestra una correa del cubrebocas que todavía cuelga de la oreja del hombre, a pesar de caer aproximadamente 100 pies.
Después de llegar los servicios de emergencia al lugar, el joven fue trasladado de urgencia a un hospital en ambulancia y estaba en estado crítico el jueves, dijo la portavoz de Jersey City, Kimberly Wallace-Scalcione.
Joven que cayó del noveno piso no trabaja en el edificio
Hasta el momento no se sabe cómo y porque el hombre se aventó del noveno piso; lo que sí se sabe, es que no trabajaba en el edificio y hasta el momento no era claro qué hacía ahí, ya que no cooperaba con la investigación de la policía.
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A pesar de su dolor por la caída, el hombre pretendía levantarse y rechazaba los consejos de quedarse en el sitio. “Déjame en paz, quiero morir”, decía, según los relatos populares.
