Las fuerzas combinadas de la Guardia Civil, la Guardia Nacional y el Ejército Mexicano asestaron un golpe contundente contra la actividad delictiva en la región de Tierra Caliente en Michoacán, al asegurar una enorme instalación dedicada a la fabricación de artefactos explosivos.
La mega estructura, de aproximadamente 10 por 35 metros, que en apariencia funcionaba como un punto de venta de carritos de hamburguesas, fue ubicada el 17 de enero pasado, en Zicuirán, municipio de La Huacana, señaló Carlos Roberto Gómez Ruíz, jefe del Equipo Antibombas de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado.
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Pese a su fachada de negocio lícito, cuando los militares y policías registraron el lugar descubrieron un taller clandestino donde los delincuentes ensamblaban diversos tipos de artefactos explosivos, incluyendo los utilizados en drones.
El oficial de la policía estatal detalló «Se hallaron artefactos explosivos de diversos tipos, fabricados e improvisados, así como material explosivo destinado a su manufactura, herramientas especializadas y maquinaria específica. En total, se desactivaron 311 explosivos y se decomisaron 98 kilogramos de explosivos, además de algunos lanzagranadas».
El desmantelamiento de este descomunal taller criminal es un hecho histórico de acuerdo a las autoridades michoacanas, ya que nunca antes se había encontrado un establecimiento con estas características en el país.
El capitán Gómez destacó «Había una diversidad de tecnología. Estamos hablando de individuos que conocen su oficio, dedicados exclusivamente a la fabricación de artefactos explosivos. Este taller poseía la mayor capacidad conocida para la producción de estos implementos peligrosos».
Las investigaciones de inteligencia gubernamentales indican que la zona donde se encontraba el taller está bajo el control del grupo delictivo de Miguel Ángel Gallegos Godoy, alias «Migueladas».
Con este decomiso, se ha evitado que más de mil artefactos circulen por las comunidades de la región de Tierra Caliente, donde los ataques con explosivos contra la población y las fuerzas del orden han sido frecuentes.
De acuerdo al oficial policiaco «Los 98 kilogramos de explosivos que encontramos habrían sido utilizados para fabricar alrededor de mil 300 artefactos. Estos dispositivos ya no representan una amenaza para la población; incluso se han registrado casos en los que civiles han manipulado artefactos encontrados y han sufrido accidentes. Ahora, esos accidentes se evitarán».
Además del taller de artefactos explosivos para drones, se descubrió otro taller cercano dedicado a la fabricación de granadas y lanzagranadas. Se estima que el crimen invirtió alrededor de 80 millones de pesos en cada una de estas instalaciones.
Desmantelan mega fábrica clandestina de explosivos en Michoacán
Con Información de Agencias
